capitulo 5

Dani llega a su apartamento de muy mal humor. Enojado. Dolido. Herido. Nicolás jamás lo vio así. Además está todo mojado. Nicolás se acerca a él cariñoso y preocupado. Lo acaricia con cariño:
--¡¡mira como te pusiste¡ ¿¿que pasó? ¿¿porque no te pusiste a cubierto?
Dani esta demasiado dolido.
--¡¡vete al demonio... dejame en paz...¡
Dani se arrepiente de haber gritado a su primo porque sabe que es muy sensible. Ve que tiene ganas de llorar pero no esta de humor para ser amable. Entra en el baño. Dani se encierra y llora. Nicolás sufre. Le duele que su primo no confíe en el, que no sienta que lo puede ayudar.
--¡¡soy un tarado --dice frustrado-- ¡¡todos me consideran un tarado... y claro que con esta cara como no sentirme un tarado¡¡ ¡¡nadie me puede tomar en serio con esta cara...¡

Aitor se viste muy molesto. Pedro lo abraza desnudo.
--No te vayas... Se como calmarte...
Pero Aitor no tiene ganas de seguir con sus juegos sexuales. Aparta a un primo de un empujón.
--que pasa... ¿¿es que a ti también te gusta Dani?
Aitor da un puñetazo a su primo y se va. Pedro esta rabioso.
--¡¡maldita sea¡
Se viste frustrado porque se ha quedado sin polvo. Se lleva las manos a la cabeza sofocado.
--¿¿¡y ahora donde encuentro yo alguien que me baje esta calentura?¡
Se viste molesto culpando de todos sus males a Dani :
--¡¡en buenas horas se fue a enamorar de Aitor ¡ ¡¡¡maldita sea...¡
Se va furioso. Recién ha dejado de llover. Un auto pasa por el lado y lo moja todo.
--¡¡esto es lo único que me faltaba...¡
Se pone a gritar y a insultar al dueño del auto. Éste para el auto. Saca la cabeza por la ventanilla:
--perdona, chico. No te vi.
De unos 25 años. Varonil, de mirada sensual, de cuerpo musculoso y muy muy guapo. Pedro lo mira de arriba a abajo. Le tiembla todo. La dulzura y la belleza del hombre han flechado a Pedro . El hombre ha tomado buena nota de las señales que le transmite el jovencito. Lo mira galantemente. Le sonríe y Pedro esta deslumbrado. El macizo abre la puerta y dice muy caballerosamente:
--ven, sube... Te llevo a donde quieras.
Pedro sube babeando por él. Se sienta a su lado. Sus ojos se clavan en la gorda entrepierna de él muy resaltada por los jeans. El macizo sonríe seductor:
--¿donde quieres ir?
Pedro está totalmente hechizado por la extremada belleza de ese dios. Casi no le sale la voz.
--donde quieras --balbucea.
El macizo sonríe satisfecho. No dice nada más y comienza a conducir. Pedro no deja de mirarlo. Nunca vio un hombre tan guapo y eso que sus primos lo son pero la belleza de este hombre... ¡impresiona...¡ Al macizo no le molesta las descaradas miradas del otro. Al contrario. Le gusta sentirse deseado.



Dani ha llorado durante largo rato. Se siente mas tranquilo. Sale del baño desnudo, su mojada ropa queda en el piso. Sale secándose la cabeza con la toalla. Nicolás está dolido aunque le gusta ver lo genitales de su primo moviéndose mientras camina. Se acerca a él con la excusa de recoger la ropa. Lo tiene a tocar de su mano. Él se agacha y tiene aquella parte hermosa central a su merced...Siente escalofríos por todo el cuerpo. Ya se le ha olvidado un poco el enojo porque es demasiada su sed de chico guapo. Y le pilla teniendo en sus manos los boxers sucios de su primo. No puede ponerse mas caliente. Dani se muestra cariño:
--tenemos que hablar...
Nicolás no quiere que se note que está cerca de èl porque se ha puesto cachondo:
--¡¡tengo que poner tu ropa en la lavadora...¡ ¡¡ya que me mantienes pues me quiero ocupar de tu cosas...¡
Dani le saca la ropa de la mano:
--luego lo haces...
Lo agarra de las manos y lo lleva hacia la cama. Nicolás está muy excitado. Los dos se sientan en la cama. A Nicolás le cuesta mucho concentrarse en la mirada.
--perdona lo de antes es que tengo mis brocas... ¿me perdonas? La pagué contigo que no tienes culpa de nada.
Desnudo y con esa sonrisa... ¿¡¡quien no perdonarlo?
Dani le acaricia la barbilla fraternalmente:
--me perdonas verdad?
Nicolás está muy contento. Primero porque le dolería que su primo se enojara con èl y segundo porque le excita la situación. No dice nada. Esta demasiado cachondo para que le salga las palabras. Hace que si con la cabeza. Dani se abraza a él y Nico siente rico. Dani es tierno con él. La trata con la ternura que trataría a un hermano pequeño.
--para que me perdones ¿porque no nos vamos tu y yo a tomar algo?
--¿¿¿¡tu y yo solos?¡ --feliz.
Nicolás no dice que si porque para él es como un sueño. Hace mucho que no sale con sus primos los macizos. Dani le sonríe dulcemente. Sabe que está contento y con cariño e ironía le pregunta:
-no te parece?¡
--si si...¡¡
Nicolás está muy contento. Se conforma con poco. Dani lo acaricia con cariño. Le duele que su primo este tan solo y se reprocha así mismo no ocuparse más. A veces piensa que con cuidar que no le falta nada ya tiene bastante.
--me visto y salimos...
--¡¡yo mientras pondré la lavadora...¡
Dani no le dice nada pero le sonríe dulcemente. Nicolás esta feliz.
--Si Aitor no me hiciera... me quedo con Dani sin problemas --piensa.
Luego vuelve a la realidad:
--ninguno de los dos me hará caso
Pero no quiere ponerse triste pensando en lo que tiene. Se le van los ojos mirando a su primo mientras se pone los ojos. Su rostro es el del deseo. No lo puede ocultar y le extraña que su primo no se haya dado cuenta.
--¡¡que buenorro que está¡ --dice para sí-- ¡¡que suerte la chica que se lo tire...¡ ¡¡como me cambiaria con ella¡
Sonríe pícaro y dice para si:
--¡¡y por la de Aitor ... y bueno la de Pedro ...¡ ¡¡¡que primos tan macizos me han tocado...¡

Mientras Pedro y su macizo están los dos desnudos en una cama. El uno al lado del otro con cara de satisfecho. Pedro mira al hombre muy impresionado. Éste lo acaricia con simpatía y le pregunta:
--que te pasa? No me vas a decir que eras virgen ¿no?
Pedro le sonríe.
--¡¡no claro que no¡ ¡¡pero es que nunca había hecho el amor con un hombre tan guapo...¡
El macizo sonríe orgulloso:
--no es para tanto... soy un hombre normal...
--eso no es cierto y lo sabes... --Pedro seducido.
El macizo es muy seductor:
--pero no te gustó? --pregunta apasionado.
Y Pedro está encantado de haberlo conocido:
--¡¡sí me encanto...¡ Tenia ganas de estar con un hombre y nunca pensé encontrarme con un hombre tan guapo y acostarme con él sin ni siquiera saber su nombre¡
El macizo le guiña el ojo. Le extiende la mano y muy simpático dice:
--¡¡Fernando... Fernando Eduardo Salazar¡¡ ¡mucho gusto¡
Los dos se ríen. Pedro extiende la mano:
--Pedro ... Pedro Bustamante. Encantado.
Los dos se miran con deseo. Fernando es muy cariñoso con él.
--¿tienes prisa? ¿te puedes quedar un rato mas? Me gusta estar contigo.
Pedro esta totalmente seducido y se deja arrastrar nuevamente por la pasión ardiente del impresionante desconocido.