ESTO NO ES UNA TELENOVELA DE VERDAD, ES UNA WEBNOVELA. LOS ACTORES MENCIONADOS NO PARTICIPAN EN EL PROYECTO, SÓLO LO INSPIRAN. Dedicada con cariño a Aitor y Dani de "Los hombres de Paco". Una historia que promete y yo he querido unir como pareja ficticia en esta novela imaginaria.
jueves, 11 de marzo de 2010
Capitulo 17
Héctor entra en el baño. Su hermano está desnudo preparado para ducharse.
--deberíamos ser más prudentes, Héctor.
--¿de qué hablas? Nos hemos visto en bolas miles de veces –dice Héctor que se saca la herramienta para hacer pis.
--Tu vieja casi nos sorprende, si se entera que somos amantes le da algo.
Héctor mira al chico con reproche y casi decepcionado:
--¿sólo amantes? Creí que había algo más.
El otro agarra la toalla.
--No importa la palabra que usemos. Tu vieja nos mata si nos descubre y ni qué decir de mi viejo…
--Tiene que entender.
--Somos hermanos.
--Hermanastros –recalca Héctor.
--Para nuestros viejos ambos somos nuestros hijos y esto le va a doler.
Héctor se sacude el pene. Se lo guarda. Mientras se lava las manos dice:
--¿me quieres dejar?
--No, pero tengo miedo.
Héctor le sonríe. Se acerca a la bañera.
--No voy a renunciar a ti.
Héctor le da un beso en los labios y lo deja solo.
Nicolás, por su lado, duerme una vez más en el hospital. La butaca es incómoda pero él duerme tranquilo, sabe que al día siguiente verá a Héctor y eso le tiene muy contento.
Es la hora del desayuno. No lo trae Héctor y eso lo tiene mal a Nicolás que tiene miedo de no verlo
-como está en prácticas a lo mejor no viene todos los días –se dice preocupado.
Héctor es el que se lleva el desayuno. En cuanto lo ve, Nicolás suspira. El guapo enfermero ha entrado con fuerza en su corazón .
--¿ya está? –le pregunta a Nicolás.
El chico está muy contento de que Héctor se haya dirigido a él. Héctor siente el interés de Nicolás hacia él y eso algo que le pone nervioso. Le hace sentir extraño pero le gusta. Nunca se había sentido tan deseo, nunca nadie había mostrado tanto interés. Héctor no está presenta en el momento que la enfermera hace las curas. Nadie le dice nada pero Nicolás sale de la habitación y es para ver a Héctor. Suspira con cada movimiento del guapísimo enfermero. Nicolás está extasiado.
--a ver si puedo leer el nombre de su tarjeta. No me gustaría perder el contacto con él.
Nicolás está bastante rato observando como trabaja Héctor. Es trabajador, se ve cansado. Busca cosas, se seca el sudor. Se levanta, se agacha. Los pantalones, blancos, son anchos y no se le marca nada. No se ve sexy pero igual Nicolás no pierde detalle de él. Lo ve muy cerca. Se fija en que tiene calvas en la cabeza pero se ve que son por heridas.
-de pequeño debió ser un trastillo –dice para sí.
De golpe y para alegría y sorpresa de Nicolás, Héctor se dirige a él:
--¿ya han venido?
Nicolás no entiende bien la pregunta. Como Héctor ha señalado la puerta, Nicolás responde:
--hay una enfermera.
Nicolás siente escalofríos de placer cuando Héctor pasa justo por su lado. Héctor entra en la habitación. Sale. Entonces es cuando Nicolás vuelve a entrar porque ya no hay nadie. En ese momento Héctor entra. Nicolás no vuelve a salir, le da pena que Héctor piensa que no lo respecta y que por él no sale pero es que se muere por estar cerca de él. La cortina separa las dos camas. Héctor está bañando a la anciana que es compañera de habitación de Pilar. La viejita está feliz porque al fin ha encontrado plaza en una residencia. Habla de eso con Héctor.
--Ahí estará muy bien. Yo he estado trabajando, son buena gente. Hay muy buen ambiente.
En un momento dado, el hijo de la anciana compañera de Pilar, por error, llama al timbre. Héctor llega en ese momento. Los mira a Pilar y a Nicolás.
--han sido ellos que se han equivocado –dice Nicolás..
Héctor no dice nada pero asiente con la cabeza. Nicolás está feliz por ese nuevo encuentro con su amado enfermero. Pilar se va recuperando, sabe que no estará mucho más días en el hospital.
--A ver qué pasa en nuestros últimos momentos –dice Nicolás.
Hasta ahora sus primos habían sido sus príncipes azules, sus fantasías. Héctor es una ilusión más, su ilusión más hermosa. La ilusión que pase algo entre ellos es algo que no pierde. Es ya la hora de comer.
--Aitor se retrasa, si a caso vete ya –le dice Pilar a Nicolás.
Nicolás no tiene prisa porque no sabe exactamente a qué hora se va Héctor y no quiere perderse ninguna posibilidad de verlo.
--No, no hace falta.
Pilar llama a su hijo.
--Ya viene, espéralo fuera si quieres.
Esa es una buena idea. Estar en el pasillo. Así a lo mejor puede ver a Héctor cuando se vaya. Aitor llega en ese momento. Sonríe a su primo con mucho cariño. A Nicolás le gusta pero se da cuenta que ya nada es como antes. Aitor no es más su opción número 1. Ahora ese puesto es para Héctor. Aitor está bebiendo una botella de agua que da a su primo.
--espérame que saludo a mi madre y te invito a comer.
Aitor sabe que Nicolás siempre ha deseado estar con ellos y se ha sentido desplazado. Ahora quiere invitarlo para agradecerle su ayuda. Aitor le gusta mucho. Le agrada estar un rato a solas con él pero ya nada es como antes. Ahora le gustaría que fuera Héctor quien lo invitara a comer. Aitor pasa a ver a su madre. Nicolás se queda fuera. Bebe de la misma botella que ha bebido su primo. Lo observa como su mueve. Aitor es muy guapo. Tiene un cuerpazo que le encanta. Lleva jeans. Su trasero es pequeño y no se le marca porque los pantalones no son muy estrechos. Se le ve un poco los calzoncillos. A Aitor le gusta pero no le excita como antes.
Aitor y Nicolás van a comer a un centro comercial que hay al lado del hospital. Aitor se desvive por Nicolás y a éste le gusta estar con su primo.
-voy al baño –dice Nicolás mientras Aitor paga.
Nicolás va al lavabo. Justo en el momento que sale del urinario entra Aitor. El amor está aflojando pero no el deseo. A Nicolás le pone cachondo. Hace años que no ve desnudo a Aitor, le encantaría hacer pis a su lado. Verle la verga, que tal la tiene ahora, cómo se le ha desarrollado. Nicolás se queda ante el espejo haciendo que se lava las manos. No se pierde detalle de Aitor. Le pone cachondo verlo tan separado.
--¡seguro que se la había visto¡ --dice para sí.
Nicolás ve el fuerte rayo de pis que lanza Aitor y cómo éste juega con su verga. Ese culo para dentroi, los jeans desabrochados, Aitor bien separado y él agarrando su verga y moviéndosela. El rayo va arriba y abajo.
-¡que ganas de estar a su lado¡ --piensa Nicolás.
Nicolás quiere acercarse, ponerse a su lado pero no lo sabe gay y tiene miedo de ofenderlo.
--¡Es mi primo me puede hacer un escándalo¡ -piensa.
No le gustaría que Aitor se enojara con él y le fuera con el chisme a Dani. Nicolás revienta de placer por el movimiento de las manos de Aitor mientras se sacude el pene. No se lava las manos. Se acerca a Nicolás. Le sonríe. Lo acaricia. Nicolás está muy excitado. Siente algo muy especial por Héctor pero le encantaría que Aitor le pagara sus atenciones hacia su madre con sexo pero esas no son sus intenciones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario